Avanza el Golpe de Estado en México

Avanza el Golpe de Estado en México

Heinz Dieterich/ 12-03-2020

1. La Contrarrevolución de Color Azteca

La convocatoria al Paro Nacional del 9 de marzo tuvo la función de medir a nivel nacional las fuerzas que tiene la “contrarrevolución de color” en la calle para derrumbar a la 4ta Transformación. Es risible pretender, que la operación no formó parte de la ruta crítica hacia la dimisión prematura del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es risible, por las siguientes razones.

1. Es de conocimiento público quiénes organizan la campaña de implosión de la 4ta (ver foto Calderón con lideresa de Brujas del Mar, pronunciamientos públicos COPARMEX, etc).

2. Porque la dinámica del coup d´etat contra Evo --en los 20 días que transcurrieron desde los comicios hasta su renuncia, incluyendo el rechazo sistemático a cualquier pacificación negociada-- es conocida detalladamente en su curva ascendente, de día a día. Es la dinámica acumulativa de todo golpe de Estado lumpen-plutocrático (contrarrevolución de color) que se despliega sobre cinco fases operativas: a) el control de los aparatos de guerra psicológica (“medios de comunicación”); b) la hegemonía de la opinión pública (perception management) y la preparación subversiva prolongada; c) el aprovechamiento mediático exponencial de un evento inducido o estocástico; d) la intervención del último decisor, los militares, vía ultimátum presidencial o acción directa.

3. Porque un grupo científico interdisciplinario ha descifrado el “ADN” de la operación, con vectores, baseline de ataque (incompetencia, sin resultados), eventos estocásticos y tiempos del proyecto golpista.

4. Porque las mismas fuerzas golpistas anuncian públicamente las fechas deseadas para la implosión de la 4ta, que son, en orden de preferencia descendente: a) antes de noviembre de este año para tener nuevas elecciones; b) en las elecciones intermedias de julio 2021; c) en el referéndum revocatorio de 2022.

2. ¿Logró la Contrarrevolución su Objetivo?

En términos de ciencias militares la operación del 9 de marzo fue una operación de reconocimiento (reconnaissance mission), destinada a obtener información sobre los recursos, tácticas y tiempos de reacción del enemigo 4ta Transformación, dentro de la lógica general de la guerra. La información operativa que ganaron los golpistas mediante esta operación de reconocimiento es considerable. Algunas de sus inferencias son las siguientes.

1. La violencia se puede ejercer con impunidad cuando “se arropa” en una narrativa apologética adecuada. En este caso opera como un sistema mágico: cuando aparece el grupo de choque con la narrativa del feminicidio, desaparecen la policía y la jurisprudencia como órganos rectores del Estado. Esa narrativa es, por supuesto, fácil de sustituir con equivalentes funcionales, según los contextos disponibles.

2. Todo el sistema de gobernanza de la 4ta Transformación reveló sus profundas fisuras ideológicas y operativas (fault lines) ante la presión tectónica del Paro Nacional. No existió una posición unitaria de defensa estratégica y de vanguardia del poder: ni dentro de los tres niveles del ejecutivo, ni en el aparato legislativo (donde Morena tiene mayoría), ni en el partido, que para todos los fines prácticos ha dejado de existir.

Mientras los edificios avanzados del Siglo 21 tienen sistemas magnetorreológicos inteligentes, que mediante algoritmos de control y campos magnéticos disipan la energía de impactos externos, no se observó ningún sistema análogo en la defensa de la 4ta ante el sismo político. Es obviamente iluso pensar que algún componente de la 4ta pudiera tomar la iniciativa para organizar a un grupo de ingenieros y científicos patrióticos --conocedores de la mecánica de fluidos-- a fin de generar un analogon político a los sistemas anti-sísmicos de disipación de energía destructiva del entorno, para proteger a la 4ta.

3. De nuevo, el sistema comunicativo de la 4ta se vio ampliamente superado por el tsunami de propaganda de los medios de guerra psicológica adversos, pese a que tenía amplio tiempo para prevenir y controlar el impacto de esos medios.

3. Bots violentos y Manos peludas

La breve entrevista que Carmen Aristegui le hizo a unas de las muchachas encapuchadas reveló que la joven tiene una percepción psicótica o delusional de la realidad. Es decir, una Weltanschauung (visión del mundo) disociada patológicamente de la realidad objetiva y de los estándares del pensamiento racional. Considera que el presidente es un “fascista” y quiere sacarlo del gobierno a como de lugar. Obviamente, no sabe qué es el fascismo y tampoco entiende su propio status objetivo frente al poder del Estado.

No entiende que el Estado es un monstruo, ante cuya violencia organizada sus jueguitos de guerra con pasamontañas, cocteles molotov, ruptura de vidrios, golpes a policías, etc., no son más que sombras de piruetas de poder en el aire, que el Estado destruye con un simple zarpazo cuando quiera. No entiende, que el Estado tiene la cabeza del dios romano Ianus, con una cara benigna y otra de terror. Y que, si en este momento la faz bestial del Estado no prevalece es precisamente, porque el gobierno del supuesto presidente “fascista” no permite que emerja.

No entra en el software sectarista de esos jóvenes, que el presidente humanista de un proyecto socialdemócrata es el primero que los protege del terror de Estado. No comprenden la realidad, porque ninguna instancia social, estatal, partidista o universitaria se la explica. En consecuencia, se convierten en instrumentos útiles de la desestabilización oligárquica. Parte de este proceso ha sido la equivocada política oficial del gobierno capitalino, que con Herbert Marcuse debe clasificarse como “tolerancia represiva”.

4. Violencia, Amor y Paz I

Ante la violencia de los jóvenes capitalinos teledirigidos, hay dos estrategias de contención estatal equivocadas: la “tolerancia represiva” de la Ciudad de México y la represión brutal de Chile. Es un grave error separar los dos pilares del actuar político. Es decir, de toda gobernanza, Estado y transformación social. Hace dos milenios la biblia ya lo explicó con claridad: el poder se basa en el verbo y la espada. En términos actuales: un sistema de comunicación eficaz a la altura del Siglo 21 y una policía capaz de contener los desafíos presentes.

5. Violencia, Amor y Paz II

Llevar el discurso libertador, honesto y ético del gran transformador Jesús de Nazareth a la praxis, sin la fuerza material de la espada, sólo lleva a la crucifixión, como mostró el martirio del protagonista histórico. Utilizar sólo la represión del Estado desnaturaliza la esencia ética misma del proyecto de transformación en beneficio de las mayorías. En este sentido, la tolerancia oficial del gobierno capitalino ante los actos de violencia de grupos feministas antes del 8 de marzo, no hizo más que permitir la escalada de esta forma de protesta, que vimos el 8 de marzo. Emplear esa estrategia en el futuro sería catastrófica para la 4ta Transformación, porque no es interpretado como una manifestación de vocación democrática y empatía con la causa de los que protestan, sino como debilidad e incapacidad el gobierno de actuar adecuadamente.

6. Violencia, Amor y Paz III

Detener democráticamente a los manifestantes violentos para después explicarles lo que objetivamente están haciendo, es la única forma de romper el control mental de los líderes de las sectas, que usan a los jóvenes con fines de golpe de Estado contra el único proyecto democrático al alcance del país. Los teledirigidos no saben, que objetivamente están promoviendo la agenda oligárquica reaccionaria y la instalación de un misógino Bolsonaro azteca en el país. Para separar a los jefes manipuladores de las sectas de sus víctimas, se necesita la estrategia combinada de la Biblia e interlocutores adecuados, capaces de dialogar con las jóvenes manipuladas. La persona indicada para esa tarea trabaja en el gobierno capitalino. Lamentablemente, al no entender el gobierno este problema, tampoco puede entender su solución.

7. El Tiempo se acaba

El tiempo para parar el avance de la contrarrevolución colorada se está acabando, como indican las fechas manejadas por la propia subversión y confirmadas por la ciencia interdisciplinaria: antes de noviembre de este año; en las elecciones de julio 2021 o en el referéndum revocatorio de 2022. La Batalla del Paro Nacional del 9 de marzo ya la perdió la 4ta Transformación. Ahora, su última oportunidad consiste en entender lo ocurrido, reagrupar sus fuerzas y modelos, y tratar de ganar la guerra.

“Sobre advertencia no hay engaño”, dice el pueblo. ¿Escuchará el gobierno al Pueblo? ¿Actuará antes de que sea demasiado tarde?